Al cultivar tomates, siempre se desea obtener una cosecha rica y excelentes verduras.
Desafortunadamente, un pequeño error puede hacer que tus tomates luzcan poco apetecibles. A continuación se explica cómo mejorar la situación paso a paso.
Siempre queremos disfrutar de una gran cosecha de nuestras frutas y verduras, pero lamentablemente de vez en cuando tenemos que lidiar con sorpresas desagradables.
Los tomates partidos no sólo son antiestéticos, sino que también pueden albergar microorganismos patógenos que, lamentablemente, pueden infectar nuestras verduras. ¿Cómo solucionar esto?
¿Por qué revientan los tomates?
Demasiados o muy pocos minerales adecuados pueden hacer que los tomates revienten. Las fluctuaciones en el contenido de humedad del suelo en el que se cultivan los tomates también pueden ser culpables. Si las plantas no se riegan con regularidad, pueden sufrir escasez de agua.
Sin embargo, después de fuertes riegos o lluvias, la planta intenta suplir esta deficiencia y “beberse la reserva”.
En este momento, los tomates se hinchan y, lamentablemente, su piel se agrieta. ¿Cómo puedes evitar esta situación?
¿Qué puedes hacer para evitar que los tomates revienten?
Lo primero que hay que recordar es el cuidado adecuado de estas verduras.
Asegúrate de regar tus tomates con regularidad, preferiblemente con un poco de agua, para mantener la tierra constantemente húmeda.
Si la tierra se seca, recuerda no regar tanto de repente.
En su lugar, reponga el agua todos los días, aumentando así gradualmente la humedad del suelo.