Los tomates se cultivan con mayor frecuencia en invernaderos, donde se puede crear el microclima necesario. Al intentar elegir buenos vecinos para los tomates, es necesario pensar en las consecuencias y las necesidades mutuas de los dos cultivos.
Te diremos a qué debes prestar atención.
En primer lugar
De importancia decisiva es el diseño del invernadero: el material del que están hechas las paredes, la presencia de ventanas y la posibilidad de ventilación, así como las dimensiones de la habitación.
En segundo lugar
No tanto junto con los tomates, sino antes de plantar las plántulas, es necesario sembrar cultivos tempranos y de rápido crecimiento. Los más exitosos a este respecto son las cebollas y los ajos plantados sobre verduras, así como las ensaladas y los rábanos.
Hay pocas opciones para la siembra conjunta
1. Sin embargo, puedes plantar sandías en un invernadero junto con tomates.
2. Un buen resultado será si siembras caléndulas, pero esto solo es así cuando el área sembrada te permite aprovechar el espacio libre de manera similar.
3. La mostaza se sentirá muy bien al pie de los tomates, crecerá con el mismo contenido de vitaminas, pero al mismo tiempo protegerá contra la propagación del tizón tardío y saturará el suelo con sustancias útiles.
4. Puedes dejar las cebollas en el pasillo o puedes quitarlas después de que las plumas se vuelvan ásperas. Pero existe el riesgo de que los tomates maten las cebollas; no puede haber mayor daño.
5. Y lo último que queda es lechuga, espinacas, acedera y albahaca. También crecerán bien con tomates, lo principal es que las plantas tienen las mismas necesidades de luz, calor y humedad.