Las fresas son un cultivo que puede crecer en un mismo lugar durante varios años. Pero luego aún habrá que trasplantarlo, ya que con el tiempo el suelo se agotará.
Es recomendable dejar reposar la cama vieja al menos un año.
Durante este período conviene fertilizarlo con elementos útiles.
No estaría de más plantar abono verde.
La avena, el centeno, la mostaza u otras plantas útiles, por ejemplo las flores, que también pueden ahuyentar las plagas de la zona, son perfectas para restaurar el suelo. Hablamos de peonías, caléndulas o violetas.
Los jardineros experimentados también recomiendan plantar ajo después de las fresas, lo que puede eliminar del suelo bacterias y hongos.
Pero si el suelo está contaminado, no se debe esperar una gran cosecha de ajo.
También puedes prestar atención a las legumbres. Echarán raíces bien en los macizos donde solían crecer las bayas de su jardín favoritas.
Además, estas plantas saturarán el suelo con nitrógeno y lo aflojarán.