Los jardineros experimentados creen que es mejor cultivar lechuga que combatir las malas hierbas.
El consumo regular de hortalizas de hoja es una buena medida preventiva contra una serie de enfermedades.
La ensalada reduce el riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer, fortalece el tejido óseo y la fibra ayuda a mejorar la digestión.
Esta verdura de hoja se siembra a principios de primavera para que las vitaminas lleguen a la mesa lo antes posible. Algunos jardineros se quejan de que la lechuga se pudre o se seca, por lo que no pueden obtener una cosecha.
Los residentes de verano experimentados siembran lechuga en un invernadero ya en marzo. Cuando la planta haya crecido suficiente masa verde, se puede plantar por todo el jardín donde queden espacios libres.
Pero es importante tener en cuenta que otras plantaciones no dan sombra a la ensalada. Se recomienda plantar lechugas junto a cebollas, rábanos, repollo, rábanos, guisantes, frijoles, espinacas y tomates. No es necesario asignar un lecho separado para las verduras de hoja; puedes plantarlas junto con cebollas o tomates.