Para una buena cosecha de tomates, es necesario alimentarlos dos veces.
Alimente los tomates por primera vez cuando los frutos estén creciendo. Esto debe hacerse con la siguiente solución: disuelva 20 g de nitrato de amonio y la misma cantidad de sulfato de potasio en 10 litros de agua.
Y después de 30 días, revivir nuevamente los tomates con el mismo fertilizante.
Para mejorar el sabor de los tomates, aliméntelos con fertilizante que contenga muchos microelementos.
El fertilizante Tsitovit ha demostrado su eficacia. Se disuelven 1,5 ml del producto en 3 litros de agua. Los tomates se rocían una vez cada dos semanas.
También puedes fertilizar disolviendo 3 gotas de yodo farmacéutico en un balde de agua.
Este procedimiento se realiza dos veces: durante la floración y el crecimiento del fruto.
Los tomates quedarán más sabrosos si los alimentas con una solución de ceniza cada 14 días durante el verano.
Disolver un par de vasos de ceniza en 10 litros de agua, dejar toda la noche y verter sobre los tomates por la mañana.