Es necesario preparar el suelo antes de plantar el cultivo de raíces. Es mejor hacer esto en primavera.
Es necesario añadir fertilizantes para que la tierra sea más fértil.
El humus o el gordolobo podrido servirán.
En cuanto a los fertilizantes minerales, a las patatas les gusta el superfosfato, el potasio, el magnesio y la nitrofoska. Basta esparcir dos cucharadas de cada componente por metro cuadrado.
Tan pronto como la temperatura suba a 10 grados centígrados, puede proceder a plantar la verdura.
Los jardineros experimentados recomiendan mantener las semillas a la luz durante unos 10 días.
Si el cultivo anteriormente era susceptible a los hongos, entonces se debe tratar el material de siembra. Basta con remojar las patatas durante 5-10 minutos en una solución al 1% de caldo bordelés. Si ya han aparecido brotes, simplemente rocíe el producto sobre las semillas.
Es recomendable añadir una cucharadita de sulfato de amonio al agujero. En este caso, los tubérculos serán un 20 por ciento más grandes.
No estaría de más añadir una cucharadita de ceniza para aumentar el rendimiento. También puedes agregar un puñado de pastel de mostaza al agujero para repeler los gusanos de alambre.