En los veranos calurosos, las zanahorias sufren de humedad insuficiente.
Cuando se producen fluctuaciones climáticas bruscas y desiguales, las raíces de las zanahorias comienzan a agrietarse, luego se echan a perder y se vuelven inadecuadas para el consumo y el almacenamiento a largo plazo.
Además, si las zanahorias no se riegan constantemente, sobre todo con el calor, nos saldrán grietas.
Por lo tanto, es necesario regarla regular y abundantemente, y luego aflojar las hileras.
En camas con zanahorias, la tierra debe estar húmeda. Para un buen almacenamiento del cultivo de raíces, conviene dejar de regar 28 días antes de sacarlo del suelo.
Problema con el repollo durante la maduración.
El repollo necesita aún más riego constante y comienza a sufrir su falta. Las cabezas de repollo comienzan a agrietarse y pudrirse.
Por lo tanto, este repollo no es adecuado para un almacenamiento prolongado.
Las cabezas de col grandes y maduras se giran 180° en un círculo, lo que provoca un desgarro parcial de las raíces de la planta para retrasar el acceso del agua a las mazorcas.
Esta manipulación evitará que el repollo se agriete y permitirá obtener cabezas de repollo sanas y aptas para el almacenamiento.