Los felices propietarios de jardines de rosas a menudo notan con disgusto que los capullos formados en los rosales aún no han florecido, sino que ya se han secado.
Anastasia Kovrizhnykh, experta de la publicación en línea Belnovosti, agrónoma y paisajista, habló sobre las razones de un fenómeno tan desagradable.
1. Clima lluvioso
Debido a las constantes lluvias intensas, la saturación de oxígeno de la tierra disminuye. El resultado es la falta de oxígeno y la falta de elementos útiles en el suelo.
Los cultivadores de flores experimentados ven la solución en crear un refugio a partir de una película sobre las rosas, así como en aflojar la tierra del jardín de flores y cubrirla con mantillo de corteza de pino.
Una vez finalizadas las lluvias, los arbustos se pueden abrir y tratar con una solución preparada a partir de 5 g de ácido bórico disueltos en 10 litros de agua.
2. Calor prolongado
Los pequeños cogollos y el retraso en la floración son consecuencia de la exposición directa de las rosas a los abrasadores rayos del sol.
Utilice una red de sombra para protegerse. No olvide humedecer la tierra del macizo de flores con más frecuencia.
3. Cambios bruscos de temperatura
El proceso de formación de los cogollos está directamente relacionado con el entorno que rodea a la rosa, y las fluctuaciones bruscas de temperatura provocan que los cogollos permanezcan cerrados o se desvanezcan muy rápidamente.
La salida a esta situación será la alimentación mediante un estimulador de crecimiento.