A veces, las raíces aéreas de una orquídea comienzan a secarse y esto puede provocar la muerte de la planta.
Para conservarla y curarla, primero coloque las raíces de la planta en un vaso de agua limpia y sedimentada.
Sin embargo, esta planta no siempre se siente mejor en el agua que en el sustrato. Para comprobarlo, mantenga la orquídea en agua durante un mes y observe si le crecen raíces aéreas jóvenes y si aparecen nuevas hojas y tallos florales.
Si no han comenzado a formarse nuevas raíces, esto significa que las condiciones para su restauración no son adecuadas para esta planta.
Sin embargo, estas condiciones suelen ser adecuadas para aquellas orquídeas que crecen en los alféizares de nuestras ventanas, ya que solo duran entre 2 y 3 meses.
Después se trasplanta a un sustrato, donde crecerá y florecerá durante mucho tiempo.
Mientras están en un recipiente con agua, las orquídeas pueden arrojar los tallos de las flores y comenzar a florecer. La condición principal es que estén sanos antes de este procedimiento.
Metodología
Coloque la flor en un recipiente con agua, sumergiendo solo las puntas de las raíces en el agua. Colócalo en un lugar luminoso y no lo muevas innecesariamente.
No cambies el agua del recipiente con mucha frecuencia, ya que debe estar tibia, sedimentada o a temperatura ambiente.
Para agregar un poco de agua, que se evapora constantemente, tome agua tibia y sedimentada, porque a la flor no le gustan los cambios bruscos de temperatura.
Cuando el agua florezca, se ponga verde o tenga un fuerte olor desagradable, cámbiala por completo y antes lava bien el recipiente.
Para asegurar bien la orquídea en un recipiente con agua, tome brochetas de madera.
No es necesaria una alimentación adicional de la orquídea; simplemente puede verter aproximadamente 1 cucharadita de fertilizante líquido en el agua una vez.
Después de todos los procedimientos, cuando a la flor le crezcan raíces jóvenes en 1 o 2 meses, trasplántela a un sustrato de orquídeas y espere que la orquídea florezca rápidamente.