A las orugas les encanta comer hojas de col. Por lo tanto, un residente de verano que note una plaga debe actuar sin demora.
Hay muchas formas de combatir las larvas de insectos. Son populares los productos preparados a base de sal de mesa, vinagre y amoníaco.
Sin embargo, debemos proceder con precaución. Es importante que las soluciones preparadas no solo ayuden a hacer frente a la plaga, sino que tampoco causen ningún daño al cultivo del jardín.
Un jardinero que no quiera correr riesgos debería considerar una forma interesante y absolutamente segura para que las plantas combatan las orugas.
¿Cuál es el truco?
Las agujas demuestran una eficacia increíble en el control de plagas del repollo.
Debe recolectar tantas agujas de abeto y pino como sea posible y luego moler la masa recolectada con una picadora de carne.
El producto resultante debe rociarse sobre el suelo sobre el que crece el vulnerable cultivo del jardín.
También es deseable que algunas agujas entren en contacto con la propia planta. Es cierto que es recomendable limitarse a las hojas inferiores.
Si el procedimiento se realiza correctamente, las orugas ya no representarán un peligro para el repollo.