La siembra conjunta de hortalizas en una cama se practica no solo para ahorrar espacio utilizable, sino también para aumentar la productividad.
Estos no son milagros de ingenio, sino la aplicación de habilidades teóricas en la práctica. Te contamos qué debes considerar con esta opción de plantación.
Secretos de la plantación conjunta.
Para aumentar la productividad, es necesario seleccionar cultivos que no entren en conflicto por los mismos nutrientes.
Y esto no se trata solo de fertilizantes y humedad, sino incluso de la luz solar.
Otra circunstancia importante: al plantar juntos, es necesario eliminar el riesgo de posible infección por las mismas enfermedades y, al mismo tiempo, ataques de las mismas plagas.
plantemos juntos
Si hablamos de tomates, entonces el mejor vecino para ellos será la albahaca, que protegerá los arbustos de las plagas y tendrá un efecto positivo en el sabor de las verduras.
Los pimientos se llevan bien con la albahaca, así como con las zanahorias, las cebollas, las espinacas y el eneldo.
Las zanahorias crecerán bien junto con las cebollas.
Los pepinos combinan bien con legumbres, así como con remolacha, lechuga, repollo, ajo o cebolla.
Se recomienda plantar calabaza, maíz y guisantes juntos, y berenjenas con remolacha, repollo o guisantes.
Las espinacas no tienen nada en contra de las patatas, las remolachas, los rábanos y los nabos, y los rábanos se llevan bien con los guisantes, la col y los tomates.