Esta plaga, odiada por muchos veraneantes, tiene poco miedo, pero este remedio definitivamente la detendrá.
Las orugas al principio pasan desapercibidas. Sólo después de un tiempo los jardineros notan muchos agujeros en las hojas de col.
Si hay una concentración significativa de plagas, de las plantaciones solo pueden quedar tallos. Incluso si no se llega a este punto, la calidad de la cosecha se reducirá significativamente. Para evitar este resultado, es necesario expulsar las orugas.
Para ello necesitarás dos productos que se pueden encontrar en casi cualquier cocina. Necesitarás bicarbonato de sodio y harina. Los ingredientes se mezclan en proporciones iguales.
Además, puedes añadir polen de cualquier planta crucífera. La mezcla resultante se espolvorea con hojas de col.
Esta mezcla no dañará las plantaciones, pero causará daños importantes a las plagas y las obligará a retirarse. Para mejorar el efecto, puedes espolvorear el repollo con una solución a base de vinagre: 1 cucharada. l. por 10 litros de agua.