La idea de cultivar uvas a partir de una semilla no es nueva; Bulat Okudzhava la cantó una vez en una de sus obras, pero para que todo salga bien y la vid dé frutos, no basta con escuchar una canción.
Te contamos si las uvas darán fruto y qué dificultades puede encontrar el jardinero en las distintas etapas.
Variedad
Los viticultores sugieren no centrarse en esto, ya que una vid cultivada a partir de semillas conserva un conjunto mínimo de cualidades parentales.
Suele suceder algo como esto: probamos una variedad, nos gustó, decidimos cultivarla y recolectamos semillas. Pero para hacer esto, es necesario tomar semillas de una nueva cosecha, preferiblemente variedades tempranas, y aquellas que den frutos en el clima local. La cáscara de las bayas debe estar dura, dorada, no marrón. Estas semillas serán aptas para la siembra.
Estratificación
El procedimiento dura de 2 a 4 meses. Para hacer esto, las semillas se colocan en tela natural o goma espuma fina húmeda, se enrollan y se guardan en el refrigerador en el estante inferior. Las semillas se lavan periódicamente y, para eliminar el moho, se colocan en peróxido de hidrógeno al 3% durante 10 minutos. Si las semillas están agrietadas, están listas para brotar, lo que significa que es hora de ponerlas sobre un paño húmedo y ponerlas en un lugar cálido hasta que aparezcan los brotes.
cuando sembrar
Mucho depende del tiempo y las condiciones climáticas. En el sur se plantan en marzo, pero en el norte hay que esperar hasta principios de junio. Pero es mejor no hacer esto en otoño. En promedio, estamos a principios de marzo, los primeros diez días de mayo.
como plantar
Las semillas se incrustan en el suelo a una profundidad de 2 cm. Los brotes aparecerán en 10-14 días. El lugar debe estar protegido de corrientes de aire y debe haber suficiente iluminación para 15 horas.
Las plántulas se riegan regularmente con agua tibia, se afloja el suelo y en campo abierto se protegen de las heladas. Como fertilizantes se utilizan aditivos de potasio y fósforo.