Muchos veraneantes consideran que las grosellas son arbustos que no requieren cuidados especiales. ¿Es todo tan obvio?
Por lo tanto, vale la pena examinar 3 reglas de poda que ayudarán a aumentar los rendimientos de las grosellas.
Quitar los brotes superiores
Las grosellas comienzan a dar frutos solo en brotes maduros que tienen entre 2 y 3 años.
En los brotes superiores comienzan a aparecer brotes de un año. Puede recordar varias razones por las que se deben eliminar de forma segura.
- Estamos hablando de flores estériles. Interfieren con el desarrollo normal de las grosellas. El hecho es que las flores estériles quitan nutrición, humedad y obligan al arbusto a gastar energía. El resultado de la presencia de flores estériles es siempre el mismo: la cantidad de cosecha comenzará a disminuir.
- Debido a las flores estériles, las ramas medias comienzan a dar sombra gradualmente. Y como sabes, la falta de luz solar provocará una disminución del rendimiento. Un problema que no es evidente es que el sabor de la fruta puede empeorar.
- Los pulgones suelen vivir en los brotes superiores. Por lo tanto, dicha poda se puede llamar preventiva, ya que permite resolver muchos problemas.
- Después de eliminar los brotes anuales, las ramas principales comenzarán a desarrollarse más rápido. También se observa que las ramas fortalecen su inmunidad y se vuelven resistentes a diversas plagas.
Una de las razones menos obvias para la poda es la estética. Si elimina los brotes superiores de manera oportuna, podrá mantener la forma correcta del arbusto. No hay ningún beneficio particular en esto, pero definitivamente agradará a la vista.
Ramas laterales
Las ramas laterales deben eliminarse con cuidado. Algunos consejos dignos de mención:
- Los arbustos de grosella en poco tiempo se cubren de brotes innecesarios. Por lo tanto, es necesario controlar periódicamente la condición y realizar cambios;
- debido a las ramas laterales, la nutrición de los brotes fructíferos puede verse alterada;
- los brotes laterales se ven afectados con mayor frecuencia por hongos, bacterias y podredumbre;
- Los brotes pueden crecer dentro del arbusto. No aportan ningún beneficio, por lo que conviene eliminarlos sin pensar en las consecuencias;
- comienzan a engrosar la corona. Esto provoca una pérdida de ventilación y las ramas reciben menos sol.
El resultado de la aparición de brotes laterales: con el tiempo, las bayas se vuelven más pequeñas y su sabor cambia. Si no se toman medidas durante mucho tiempo, comenzará el rápido envejecimiento de todo el arbusto.
Ramas viejas
Entre los veraneantes existe la opinión de que las ramas viejas no se pueden cortar. Por supuesto, las bayas aparecen solo en aquellas ramas que se han vuelto más fuertes. Pero definitivamente no tiene sentido dejar hilos viejos. Una vez por temporada debes inspeccionar cuidadosamente el arbusto. Si hay piezas dañadas, infectadas o secas, se deben eliminar sin piedad.
Es importante señalar un dato clave: las grosellas son una planta tenaz. Puedes cortar la mitad del arbusto y las grosellas se recuperarán después de un tiempo. Por lo tanto, si ciertas piezas causan preocupación, conviene cortarlas de forma segura sin siquiera pensar en las posibles consecuencias.
Alimentación después de la poda
A pesar de la vitalidad y la sencillez de las grosellas, experimentan estrés después de la poda. Por tanto, no será superfluo aplicar fertilizantes. Uno de los mejores es el fertilizante de gordolobo. Para prepararlo, debes mezclar el gordolobo con agua en una proporción de 1 a 6.
También puedes utilizar superfosfato o ácido bórico. Los fertilizantes orgánicos tampoco serán superfluos. Lo principal que debe recordar es contribuir sabiamente. Un exceso de sustancias activas no traerá nada bueno. Y si se utiliza materia orgánica, ésta debe pudrirse bien; el estiércol fresco puede dejar quemaduras en el sistema radicular.