No todo el mundo sabe que se pueden utilizar semillas comunes para alimentar las plántulas.
Los veraneantes con experiencia saben que este fertilizante sencillo y barato tiene un efecto positivo en el estado de las plantas.
Este producto desinfecta perfectamente el suelo y protege la planta de diversas enfermedades, además de ser una excelente fuente de elementos útiles para las plántulas frágiles.
Preparar este abono es muy sencillo.
Es importante coger las semillas más comunes. No se deben salar ni freír.
El producto se debe moler junto con la cáscara en una licuadora. Para ello, es necesario tomar dos litros de agua y tres cucharadas de semillas.
Luego se debe filtrar la solución y mezclar con otro litro de agua limpia. El resultado son tres litros de un excelente y útil fertilizante.
No es necesario infundir la mezcla ni agregar ningún otro componente.
Puedes aplicar este fertilizante cada 2-3 semanas.