Por alguna razón, la gente demoniza el dinero y cree que es malo, especialmente cuando hay mucho dinero, en abundancia.
Piensan que todos los ricos son seres celestiales a los que es imposible acercarse, o advenedizos arrogantes que se volvieron terribles y peligrosos cuando tenían mucho dinero a mano.
Sin embargo, todo esto es ficción y especulación, ya que el dinero en sí es energía, pero no mejora ni empeora a una persona, porque todo depende de la propia persona, de su comprensión de la vida.
Si una persona tiene un agujero de gusano, entonces el dinero para ella solo se convertirá en un catalizador que comenzará tan pronto como la persona sienta su poder y fuerza.
Los pobres no tienen suficientes recursos para invertir, pero los ricos tienen muchas más oportunidades y las utilizan activamente.
El dinero en sí no es malo, sino las oportunidades que brinda la vida, y sería una estupidez no aprovecharlas.
Sin embargo, mucho dinero es siempre una prueba, terrible y difícil, y no todo el mundo la supera con dignidad, de ahí numerosos problemas.
Sin embargo, no todo es tan malo, porque una persona puede trabajar en sí misma y comprender que mucho dinero no le dará lo que la gente tiene, por ejemplo, felicidad, amor, amigos, una persona puede obtener todo esto absolutamente gratis si así lo desea. , pero con la reserva de que trabajará en sí mismo.
Es el trabajo sobre uno mismo el resultado de lo que una persona tiene ahora.
Después de todo, el dinero llega a diferentes personas como una prueba de su fuerza, por lo que alguien resiste esta prueba, pero alguien se derrumba y se vuelve completamente incontrolable, porque no es el dinero lo que lo estropea, sino que la persona no hace nada para mejorar día a día. .
Entonces, resulta que el dinero en sí no garantiza nada a una persona, al igual que una gran cantidad.
Sí, una persona puede comprarse algo caro, sí, puede tener enemigos, malvados, pero ¿quién dice que antes no existían?
Una persona no debe tener miedo al dinero, hablar de él y soñar con la riqueza, pero debe comprender que se le imponen obligaciones que debe cumplir, porque el dinero no son solo trozos de papel, sino un catalizador de lo que es una persona, de cómo vive y lo que más le importa.
Si una persona no quiere disciplinarse y trabajar en su carácter, entonces el dinero pronto lo abandonará o no le traerá nada positivo y brillante. Así que es estúpido tener miedo a los altos ingresos; no es ahí donde reside el mal.
Antes te dije por qué no puedes chantajear a tu jefe con tu despido imaginario.