Por qué incluso las personas inteligentes tienen problemas de dinero: 3 razones

12.08.2024 10:20
Actualizado: 28.09.2024 01:32

En el mundo actual, la educación financiera se está convirtiendo en una habilidad cada vez más importante.

Sin embargo, incluso las personas inteligentes y educadas suelen caer en trampas monetarias. Averigüemos por qué sucede esto y cómo evitarlo.

Ilusión del dinero: cuando los números engañan

Uno de los problemas más comunes es la llamada “ilusión del dinero”.

La cuestión es que a menudo nos olvidamos de tener en cuenta el poder adquisitivo real del dinero.

Imagínese la situación: recibió un aumento de salario del 5% y le parece que ahora puede permitirse más.

dinero
Foto: © Belnovosti

Pero si la inflación es del 7%, sus opciones en realidad han disminuido. Sin embargo, nuestro cerebro tiende a centrarse en números absolutos, ignorando su valor real.

Este problema fue descrito en 1928 por el economista Irving Fisher. Observó que la gente a menudo no comprende cómo cambia el valor del dinero con el tiempo. Posteriormente, en 1997, los psicólogos realizaron un experimento que mostró claramente el efecto de la ilusión del dinero.

A los participantes se les habló de dos trabajadores con el mismo salario inicial. Para el primero, los salarios aumentaron un 2% con una inflación cero, para el segundo, un 5% con una inflación del 4%.

Aunque la posición del primer empleado resultó ser más ventajosa económicamente, la mayoría de los participantes consideró que el segundo empleado, el que tenía un aumento nominal mayor, era más feliz.

¿Cómo lidiar con la ilusión del dinero? Es importante aprender a pensar en términos del valor real del dinero.

Al planificar su presupuesto, considere no sólo los montos nominales, sino también la tasa de inflación. Lleve un registro de los gastos, esto le ayudará a evaluar con mayor seriedad sus capacidades financieras.

Descuento hiperbólico: por qué elegimos menos, pero ahora

Otro error común es la tendencia a preferir recompensas inmediatas a recompensas retrasadas, incluso si son más pequeñas. Los psicólogos llaman a este fenómeno "descuento hiperbólico".

Digamos que se le ofrece una opción: recibir 1.000 rublos hoy o 1.500 en un mes. Muchos optarán por la primera opción, aunque racionalmente es más rentable esperar. Pero cuando se trata de un futuro más lejano, nos volvemos más racionales. Si la elección es entre 1.000 rublos al año o 1.500 al año y al mes, la mayoría elegirá la cantidad mayor.

Este sesgo cognitivo afecta algo más que las decisiones financieras. Esto explica por qué a la gente le cuesta tanto seguir una dieta o dejar de fumar: la gratificación inmediata parece más valiosa que la perspectiva de salud a largo plazo.

Algunos científicos asocian esta característica con la evolución. A nuestros antepasados les resultaba más rentable aprovechar las oportunidades de inmediato, ya que el futuro era demasiado incierto.

Para superar esta trampa, pruebe las siguientes estrategias.

1. Automatiza tus ahorros. Configure el débito automático de parte de su salario en una cuenta de ahorro.
2. Utilice métodos de autocontrol. Por ejemplo, establezca un límite de gasto diario.
3. Visualiza el futuro. Imagínese cómo sus decisiones de hoy afectarán su vida dentro de un año, cinco años.

El efecto denominación: por qué el cambio se te escapa de las manos

El tercer problema común es el llamado efecto denominación. Su esencia es que tratamos el dinero de manera diferente según la denominación de los billetes.

Los billetes grandes nos parecen más valiosos; es una lástima gastarlos. Y gastamos poco dinero con facilidad, a menudo sin pensar. Debido a esto, puede resultar que gastemos más en compras pequeñas de lo que gastaríamos en una grande.

Este efecto fue descrito por científicos en 2009. Durante el experimento, a las personas se les entregó la misma cantidad en un billete grande o en varios billetes pequeños. Aquellos que recibieron una factura elevada tenían más probabilidades de abstenerse de gastar.

Curiosamente, este efecto es más fuerte en los países donde el efectivo se utiliza con mayor frecuencia. Por ejemplo, en China, la diferencia en el comportamiento de las personas que recibieron billetes grandes frente a los pequeños fue especialmente notable.

Otra manifestación de este efecto es nuestra tendencia a considerar más rentable una compra si el precio se descompone en pequeños pagos. Una suscripción de “30 rublos al día” parece más atractiva que “10.950 rublos al año”, aunque es la misma cantidad.

¿Cómo afrontar este efecto? A continuación se ofrecen algunos consejos.

1. Trate de no llevar dinero pequeño consigo. Psicológicamente es más difícil desprenderse de una factura grande.
2. Mantenga registros de todos los gastos, incluidos los pequeños. Esto le ayudará a darse cuenta de cuánto gasta realmente.
3. Al estimar el costo de suscripciones o cuotas, considere siempre el monto total del año o de todo el período.

Conclusión

Las trampas financieras aguardan incluso a las personas inteligentes y educadas. La ilusión del dinero nos hace olvidar el valor real del dinero.

La depreciación hiperbólica empuja a uno a gastar irreflexivamente en aras de un placer momentáneo. El efecto redenominación hace que nos tomemos los pequeños gastos a la ligera.

Pero siendo conscientes de estas características psicológicas, podemos aprender a superarlas. Mantener un presupuesto, planificar gastos y la capacidad de pensar a largo plazo: todo esto le ayudará a evitar errores financieros y mejorar su situación financiera.

Recuerde: la educación financiera es una habilidad que puede y debe desarrollarse. Aprenda constantemente, analice sus decisiones y con el tiempo aprenderá a tomar mejores y más inteligentes decisiones financieras.

Anteriormente te conté cómo aumentar el retorno financiero de tu negocio.

Vitaly Kisterny Autor: Vitaly Kisterny Editor en jefe


Contenido
  1. Ilusión del dinero: cuando los números engañan
  2. Descuento hiperbólico: por qué elegimos menos, pero ahora
  3. El efecto denominación: por qué el cambio se te escapa de las manos
  4. Conclusión