Mucha gente guarda sus bicicletas en el balcón o en el garaje.
En otras palabras, se está haciendo todo lo posible para que los vehículos con ruedas no "coman" el espacio de las viviendas.
Parecería que este enfoque es absolutamente correcto.
Sin embargo, la experta en diseño Yulia Tychino, experta en la publicación online BelNovosti, recomienda dejar la bicicleta en el salón.
El hecho es que el dispositivo bien puede actuar como un elemento interior muy interesante.
Cómo convertir una bicicleta en decoración de interiores
La opción más obvia es colgarlo del techo mediante sujetadores.
En este caso, la bicicleta no molestará a los residentes del apartamento y se convertirá en un sustituto de los elementos decorativos.
Puedes colocar el vehículo de forma diferente. Por ejemplo, instalándolo en el alféizar de una ventana o en un armario.
Colocar una bicicleta en el salón es una forma sencilla de mejorar el aspecto de la estancia: aportará estilo y originalidad.
Además, el interior adquirirá una interesante nota “veraniega”, que mejorará tu estado de ánimo en otoño e invierno.