Generalmente se acepta que el sofá debe colocarse contra la pared.
Y en la mayoría de los casos, este enfoque es correcto, ya que ayuda a ahorrar espacio y evitar el desorden.
Pero hay varias situaciones en las que conviene colocar un mueble justo en el medio de la habitación.
Curiosamente, el interior sólo se beneficiará de esto.
Yulia Tychino, experta de la publicación de la red BelNovosti en el campo del diseño y el diseño de interiores, habló sobre dos técnicas interesantes.
Zonificación
Vale la pena colocar un sofá en la parte central de la habitación si es necesario crear varias zonas en la habitación.
Por ejemplo, es necesario separar la zona de trabajo de la zona de descanso. Un mueble actuará como tabique ideal.
Por cierto, también necesitarás un sofá si necesitas separar la cocina del salón combinado con él.
La necesidad de crear equilibrio en el interior.
Imaginemos una situación: un objeto que no es mueble se elige como centro compositivo del salón. Por ejemplo, una chimenea o un televisor.
En este caso, será necesario crear un eje de simetría.
Si colocas un sofá junto a la ventana, el interior perderá su simetría.
Pero si coloca un mueble en el medio de la habitación y paralelo a la pared opuesta a la puerta, la apariencia de la habitación seguirá siendo armoniosa.