Si el suelo laminado se instaló en invierno, es posible que le aguarde una sorpresa desagradable cuando llegue el verano.
Es posible que el revestimiento del suelo simplemente se hinche.
Esto sucede debido al hecho de que durante la estación fría el aire de la habitación es más seco y el laminado tiene la capacidad de deformarse bajo la influencia de la humedad.
Así, en invierno el revestimiento del suelo disminuye y en verano, por el contrario, se expande.
Se debe cuidar la “prevención” de posibles problemas con los tableros de fibra de madera prensada durante la renovación, dejando una pequeña distancia entre el laminado y la pared.
Para que el hueco no se note, se cubre con un zócalo.
Si se descuida esta regla, es posible que el revestimiento del suelo no solo adopte una forma curva, sino que incluso se agriete.
En caso de grietas, por supuesto, solo será útil reemplazar las baldosas, mientras que la hinchazón se puede eliminar de la siguiente manera: retire el zócalo y corte un poco el laminado para que la distancia entre este y la pared sea de aproximadamente 5-10 mm.
