El cerebro humano está diseñado para analizar constantemente el entorno. Esto le permite detectar el peligro a tiempo y sobrevivir. El hombre moderno no espera al tigre entre los arbustos, pero el cerebro continúa su trabajo incansable.
E incluso el interior de la propia casa se convierte en objeto de constante análisis.
Por lo tanto, su diseño juega un papel importante no sólo en términos de belleza y estilo, sino también en términos de su influencia en el estado psicológico de una persona. Y algunas cosas de la casa pueden provocar ansiedad o apatía.
1. Desorden
El desorden en el hogar o en el lugar de trabajo crea desorden en los pensamientos, lo que conduce a la apatía, la pérdida de energía y el mal humor.
2. Espejos
Cuando hay muchos espejos en la casa, una persona ve constantemente su reflejo, nota fallas en su propia apariencia en las que ni siquiera había pensado antes.
La televisión y la publicidad juegan aquí un papel importante, imponiendo a las personas estándares de belleza que no se pueden alcanzar en la vida real. Y los espejos te lo recuerdan constantemente. El resultado es la autoinsatisfacción, la irritación y la apatía.
3. Colores brillantes
En la naturaleza, los animales peligrosos tienen colores brillantes, lo que indica a todos los demás que no se acerquen a ellos.
Si hay demasiados colores brillantes en la habitación, el cerebro los percibe como una amenaza, por lo que la persona está constantemente en un estado de estrés leve.
4. Esquinas afiladas
Las esquinas afiladas no son rival para un tigre, pero representan un peligro muy real. No en vano se recomienda elegir muebles para la habitación infantil con esquinas redondeadas.
Si hay muchos rincones afilados en la casa, el cerebro activa el sistema de defensa, es decir, aumenta el estado de alerta.
Los responsables de ello son la adrenalina y el cortisol, que se producen en respuesta a una situación estresante. Por lo tanto, es mejor agregar líneas más suaves al interior: una alfombra ovalada, una mesa redonda, un sofá con formas estilizadas y elementos decorativos redondos.
5. Falta de materiales naturales
Los interiores "estériles", especialmente los de estilo industrial, se ven hermosos en las imágenes, pero es imposible relajarse en ellos.
El hombre ha vivido entre la naturaleza viva a lo largo de toda su historia y todavía hoy la necesita.
Los muebles de madera, los artículos de lana o lino, las plantas vivas y otros elementos interiores naturales hacen saber al cerebro que se encuentra en un entorno natural donde puede relajarse.
6. Estanqueidad
El hacinamiento tiene un efecto deprimente en la mayoría de las personas. No en vano muchas personas tienen miedo de los espacios reducidos. La abundancia de muebles, decoración y otras cosas que hacen que una habitación pequeña sea aún más pequeña puede que no provoque ataques de pánico, pero aun así deprime gradualmente el sistema nervioso.
7. Cosas que no te gustan
Sucede que, después de haber comprado algo, te das cuenta de que, en lugar de placer, te provoca irritación. Es mejor deshacerse de tal cosa, de lo contrario, esta irritación socavará constantemente su tranquilidad.
A menudo las personas se acostumbran tanto a pequeños irritantes en el interior que no los notan. Pero afectan constantemente la psique, como resultado de lo cual la persona no se siente cómoda.
La casa no te carga de energía, no te da paz después de un duro día de trabajo. Para solucionar este problema, a veces basta con analizar el interior y realizar pequeños ajustes.