Las hojas de perejil se añaden a diversos platos: ensaladas, sopas, guarniciones, salsas, batidos, etc.
Nos hemos acostumbrado a ella desde pequeños y rara vez pensamos en las propiedades beneficiosas de esta planta. Y hay muchos de ellos.
Los médicos y nutricionistas aconsejan dar preferencia a las verduras tradicionales de nuestra zona, porque son familiares para nuestro organismo y pueden aportarle más sustancias esenciales que las frutas exóticas.
¿En qué es rico el perejil?
Es fuente de valiosas vitaminas (A, B1, B2, C, E, K, PP) y microelementos como azufre, hierro, yodo, magnesio, calcio, cobre, flúor, cloro, manganeso, zinc, potasio, sodio, fósforo.
También es rico en ácido nicotínico y ascórbico, retinol, fitoncidas y flavonoides, caroteno, tiamina, riboflavina.
100 g de perejil contienen 53 kcal, 4,4 g de proteínas, 0,4 g de grasa, 7,4 g de carbohidratos (de los cuales 4,8 g son azúcar), 4,2 g de fibra. El índice glucémico del perejil es 15.
Para obtener más vitaminas y otros ingredientes valiosos en su plato, debe picar el perejil fresco inmediatamente antes de usarlo.
Propiedades medicinales del perejil
Bueno para los ojos. 100 g de perejil contienen 5300 microgramos de provitamina A. El betacaroteno (provitamina A, precursora de la vitamina A) protege la córnea de la desecación y reduce el riesgo de ceguera nocturna. 7 g de perejil finamente picado (unas 2,5 cucharadas) cubren parte del requerimiento diario de betacaroteno.
Reduce la presión arterial. El perejil es rico en potasio y tiene propiedades diuréticas. Estos dos factores ayudan a disminuir la presión arterial y combatir la retención de líquidos.
Calma el estómago. Los aceites esenciales de perejil pueden ayudar a aliviar el dolor de estómago y calmar el intestino irritable. El perejil reduce la acidez de estómago y la desagradable sensación de saciedad en el estómago, y ayuda en trastornos digestivos como las flatulencias o el estreñimiento.
Ayuda a prevenir la diabetes. Los investigadores han descubierto que el perejil contiene dos sustancias que tienen un efecto positivo sobre el metabolismo de la insulina. Los flavonoides que se encuentran en el perejil ayudan a prevenir la aparición de diabetes, lo que lo convierte en una excelente opción para las personas diagnosticadas con prediabetes.
Afecta positivamente a la vejiga. El perejil es rico en aceites esenciales. Entre estos aceites destacan el apiol (alcanfor de perejil) y la miristicina, que son eficaces contra la cistitis y otras enfermedades del tracto urinario.
Apoya el sistema inmunológico. El perejil contiene mucha vitamina C; 100 g contienen alrededor de 160 mg. Si espolvoreas un poco de perejil sobre tu comida de vez en cuando, hay algún beneficio, pero no mucho. Es más saludable mezclar perejil fresco con una ensalada o hacer pesto con él.
Bálsamo para las células. La proporción de vitamina E en el perejil es asombrosa: casi 3,5 mg por 100 g. La vitamina E desempeña un papel crucial en la protección de las células del cuerpo contra los dañinos radicales libres.
Refresca el aliento. Masticar verduras frescas previene el mal aliento y la clorofila y el anionol esencial refrescan el aliento.
Bueno para la piel. 100 g de verduras contienen el 50% del requerimiento diario de silicio, que ayuda al cuerpo a producir colágeno, que la piel necesita para mantener su elasticidad.
Así, con el consumo regular de verduras, tu piel permanecerá libre de arrugas por más tiempo. Las hojas de perejil se aplican contra las picaduras de mosquitos y abejas.
¿Para quién es perjudicial el perejil?
El perejil no debe ser consumido por personas que tengan problemas renales graves, como insuficiencia renal aguda o crónica o síndrome nefrótico (que se manifiesta por edema y pérdida importante de proteínas en la orina).
El perejil contiene altas cantidades de vitamina K, que puede interactuar con los anticoagulantes, por lo que las personas que toman warfarina deben limitar su consumo.
El perejil también se debe utilizar con precaución en caso de arritmias cardíacas. El aniol del perejil puede afectar el útero y provocar o aumentar las contracciones, por lo que las mujeres embarazadas deben utilizar el perejil con precaución.