El trigo sarraceno se puede cocinar no sólo para el desayuno, sino también para el almuerzo y especialmente para la cena.
Es por ello que el producto puede calificarse de universal. Pero no siempre será útil.
Todo depende de con qué se sirva el trigo sarraceno.

Resulta que hay hasta 5 productos que simplemente son incompatibles con la papilla de trigo sarraceno.
Desafortunadamente, muchos platos populares también se consideran combinaciones “malas”.
Por ejemplo, los expertos no recomiendan comer trigo sarraceno con carne roja. El hecho es que este último es una fuente de grasas saturadas y colesterol: el cuerpo necesitará mucho esfuerzo para digerirlo.
Además, no debes agregar cebollas y champiñones al trigo sarraceno: déjalos para otro plato.
Las cebollas contienen fructosa, y en cantidades significativas. Su uso puede provocar, aunque no siempre, problemas digestivos, hinchazón y diarrea.
En cuanto a las setas, desde el punto de vista dietético son un componente proteico pesado.
Si los usas en cantidades desmoderadas, seguramente experimentarás una sensación de malestar en el estómago.
Por último, no debes añadir mantequilla (sorpresa) ni leche a la papilla.
El aceite contiene muchas calorías: no es difícil imaginar lo que sucederá si consumimos constantemente un producto dietético generosamente condimentado con tal aditivo. Definitivamente no podrás perder peso con trigo sarraceno y mantequilla.
La leche, a su vez, se convierte en un obstáculo para la absorción del hierro y el zinc contenidos en el trigo sarraceno.