Probablemente hayas oído hablar de lo beneficiosa que es la sal rosa del Himalaya y de que la sal es casi el principal enemigo del hombre.
Esto plantea una idea: ¿quizás todo el mundo debería cambiar a la sal del Himalaya? Resolvámoslo juntos.
Sal rosa del Himalaya: ¿qué es?
La “patria” del producto es la región paquistaní de Punjab, que se encuentra cerca de las estribaciones del Himalaya.
Químicamente, la sal rosa del Himalaya es similar a la sal de mesa: contiene hasta un 98% de cloruro de sodio, además de potasio, magnesio y calcio. Por eso tiene un tinte rosado y su sabor es diferente al de la sal de mesa normal.
¿Cuáles son los beneficios de la sal rosa del Himalaya?
Según varios científicos, la sal del Himalaya contiene hasta 84 microelementos diferentes, pero esto no cambia el hecho de que el 98% del producto, repetimos, está “ocupado” por cloruro de sodio. Dado que usted y yo consumimos sal en cantidades estrictamente limitadas, es poco probable que esta pequeña parte de los microelementos pueda afectar significativamente nuestra salud.
Es cierto que nadie discute el hecho de que la sal del Himalaya es más natural; por lo general, no contiene aditivos.
Otro error común se refiere al nivel de sodio; por alguna razón, generalmente se acepta que en la sal rosa hay menos cantidad de lo habitual. No repitamos sobre el 98% que ya conocemos: aquí ya todo está claro.
La única diferencia entre la sal del Himalaya y la de mesa es que la primera tiende a tener cristales más grandes, por lo que contiene menos sodio por cucharadita. Además, la sal rosada tiene un sabor más salado, lo que significa que es necesario utilizar menos cantidad.
Contras de la sal del Himalaya
Aunque la sal rosada puede contener pequeñas cantidades de yodo, contiene significativamente menos que la sal yodada. Por lo tanto, si tiene deficiencia de yodo o corre el riesgo de desarrollarla, se recomienda cambiar a sal de mesa con yodo añadido.