Ha llegado la temporada de las fresas, una baya dulce, aromática y, lo más importante, saludable.
Además, este regalo de la tierra es bajo en calorías, por lo que también es ideal para ciudadanos que siguen diferentes dietas.
Y como las fresas también tienen propiedades que estimulan la disminución de los niveles de azúcar en sangre, se recomienda su consumo para prevenir el desarrollo de diabetes tipo 2.
Carnaval de vitaminas
¿Qué podemos decir sobre la abundancia en la baya de diversas vitaminas, microelementos, aminoácidos y otras sustancias que son muy útiles para el organismo?
En particular, las fresas contienen vitaminas B, C, A, E y P, hierro, calcio, potasio, zinc, fósforo, cobre y otros minerales que nuestro organismo necesita.
Los nutricionistas dicen: el consumo constante de fresas tiene un efecto positivo en el funcionamiento del corazón y los vasos sanguíneos, los órganos digestivos y el sistema hematopoyético.
Además, con este enfoque de la nutrición se mejora el funcionamiento del sistema nervioso, así como la actividad cerebral.
Sin embargo, surge la pregunta: ¿a qué hora del día es mejor disfrutar de las fresas para que aporten los máximos beneficios?
Mañana
Según los nutricionistas, el mejor momento para consumir fresas es la primera mitad del día.
Durante el período llamado “desayuno”, la baya es especialmente buena: es de fácil digestión y nos satura al máximo de vitaminas.
¡Pero! Debido a la gran cantidad de ácido en la pulpa de las fresas, no debes comerlas con el estómago vacío, ya que pueden irritar el estómago.
Y si tiene problemas con el sistema digestivo, es mejor utilizar bayas como postre después de las comidas.
Cena
¿Y por la tarde? ¿Es posible comerlo, digamos, al final de la tarde? Sí, puedes.
Los nutricionistas señalan que las fresas tienen pocas calorías y tienen un índice glucémico bajo.
Por lo tanto, no habrá ningún daño incluso si comes bayas en la cena.
Anteriormente te contamos si se pueden comer cerezas todos los días.