Las polillas de los alimentos representan una grave amenaza para los productos alimenticios.
Sus larvas son capaces de roer envases de plástico, por lo que se recomienda almacenar los cereales en recipientes de cristal para evitar el contagio.
Dado que la plaga puede penetrar el cereal en la etapa de producción o en el almacenamiento, inspeccione cuidadosamente el embalaje antes de comprarlo.
Si encuentra alguna inclusión sospechosa, grumos o telarañas en el interior, es mejor rechazar dicho producto.
Si las señales anteriores se descubren recién después de traer las compras a casa, no es necesario tirar el cereal.
En lugar de ello, se debe hornear en el horno a 120 grados durante 30 minutos.
Este método destruye eficazmente las larvas sin dañar los granos.
Una alternativa al asado es la congelación.
Coloque una bolsa de cereal recién comprada en el congelador para permitir que las temperaturas frías maten las pupas de la polilla de la comida.
También ocurre que la presencia de un parásito se descubre demasiado tarde, cuando los cereales llevan algún tiempo en el armario de la cocina.
En tal situación, será necesario organizar una inspección de todas las existencias restantes. Será necesario desechar los alimentos en mal estado y limpiar a fondo los estantes.
Lo principal es realizar estas “incursiones” periódicamente para mantener los alimentos seguros y evitar problemas con las polillas de los alimentos.
