Planchar es una parte integral de la vida de muchas amas de casa, pero para muchas este proceso suele provocar irritación y fatiga.
La buena noticia es que existe un truco que puede hacer que planchar sea mucho más fácil y rápido.
Para darle vida, necesitarás una tabla de planchar, una plancha y papel de aluminio.
En primer lugar, retire la funda de la tabla de planchar y luego cúbrala con papel de aluminio. Para evitar que se deslice sobre la superficie, puedes utilizar cinta adhesiva.
Coloque encima una sábana fina o un pañal de bebé; en general, cualquier tela de algodón. En este punto, la preparación puede considerarse completa.
Por cierto, en ausencia de una tabla de planchar, puedes cubrir con papel de aluminio cualquier otra superficie apta para planchar, por ejemplo, una mesa de comedor.
¿Por qué son necesarias todas estas manipulaciones?
La respuesta es sencilla: mientras planchas la prenda por un lado, gracias al calor reflejado por el papel de aluminio, los pliegues se alisan por el otro lado.
Por supuesto, el uso constante de este método puede resultar complicado: el consumo de papel de aluminio aún no es pequeño, pero si ha acumulado una gran cantidad de cosas para planchar, este método le resultará muy útil.
Para información
La lámina es un “papel” metálico, una lámina delgada (de hasta 0,2 mm de espesor) y flexible de aluminio, estaño, cobre, plata, oro y otros metales y aleaciones.