Algunas amas de casa experimentadas realizan periódicamente una acción absurda y, a primera vista, sin sentido.
Le pusieron un calcetín a una botella de plástico normal.
¡Pero no se apresure a concluir que esta acción “no tiene sentido”!
Resulta que el procedimiento anterior tiene sentido.
El caso es que un calcetín colocado sobre un biberón es muy fácil... de lavar.
¿Por qué ponerle un calcetín a una botella?
Imaginemos una situación: lavaste calcetines de colores claros en la máquina y te quitaste las prendas.
Y luego te diste cuenta de que las cosas no estaban del todo limpias.
Los calcetines no han recuperado su blancura ideal: las zonas del talón y de los dedos permanecen parcialmente sucias.
Desafortunadamente, este problema se manifiesta muy a menudo: las zonas de los calcetines descritas anteriormente se pisotean con bastante rapidez, lo que dificulta la eliminación de la suciedad.
Si la lavadora no hizo bien su trabajo, los calcetines deberán limpiarse manualmente.
El método más sencillo es este: hay que poner el producto en la botella.
Las zonas del talón y de los dedos se “abrirán” bien: serán muy fáciles de limpiar.
Simplemente “camine” sobre el área apropiada con un cepillo suave y jabonoso.
Como resultado, el producto quedará perfectamente limpio: se ahorrará mucho tiempo y esfuerzo.