¿Qué haces con una toalla después de secarte después de la ducha?
La mayoría de la gente lo cuelga en el radiador para secarlo antes de volver a usarlo.
Sólo estas acciones pueden tener consecuencias indeseables para su propia comodidad y salud. Averigüemos por qué es mejor abandonar este hábito.
Eficiencia de calefacción reducida
Una toalla sobre un radiador dificulta que el calor se distribuya uniformemente por toda la habitación. Debido a esto, la temperatura en la habitación puede bajar casi un 20%.
Debido a esto, es necesario aumentar el suministro de calor y, en consecuencia, pagar más por la calefacción.
Aumento de la humedad
La humedad de una toalla colocada sobre un radiador se evapora y se deposita en la habitación, facilitando así el crecimiento de hongos y moho.
Probablemente no hace falta decir que estos patógenos causan graves daños tanto a la decoración de la casa como a la salud de sus habitantes.
Suciedad y alérgenos en la toalla.
Debe admitir que es difícil mantener la limpieza ideal de las baterías; tras una inspección cuidadosa, seguramente se encontrarán partículas de polvo y suciedad en ellas.
Durante el proceso de secado, se transfieren a la toalla y luego a la piel. Como resultado, se producen irritaciones, alergias y enfermedades de la piel, lo que es especialmente peligroso para los niños y las personas con piel sensible.
Cómo secar toallas
En lugar de dejar secar los textiles sobre radiadores de calefacción, utilice secadoras especialmente diseñadas para este fin (de suelo o pared), toalleros eléctricos o cuelgue la ropa en el balcón.