No son supersticiosos. No son coleccionistas. Pero si miras en el bolsillo de Elon Musk o Anna Wintour, probablemente encontrarás un clip común y corriente.
La revista Forbes calificó el artículo como “un dispositivo para el pensamiento innovador” y el neurocientífico David Eagleman explicó en su libro The Runaway Species que el clip es una metáfora de la flexibilidad.
Las personas exitosas lo utilizan como recordatorio:

"Busca soluciones no estándar."
El fundador de LinkedIn, Reid Hoffman, admitió en una entrevista con Bloomberg:
“El clip salvó las negociaciones. "Una vez arreglé la pantalla rota de su portátil antes de una presentación".
Pero esto es sólo la punta del iceberg. La psicóloga Angela Duckworth , autora del best seller Grit, realizó un experimento: los participantes que llevaban un clip tenían un 20% más de probabilidades de encontrar soluciones creativas a los problemas.
"Es una encarnación física de la actitud de 'nada es imposible'", concluyó.
Pero también hay un lado práctico. El experto en ciberseguridad Kevin Mitnick escribió en sus memorias Ghost in the Wires que se puede usar un clip para abrir rápidamente una bandeja SIM o incluso una cerradura.
No es magia, es una voluntad de ser caótico. Curiosamente, en Japón los hombres de negocios llevan clips de diferentes colores: el rojo simboliza urgencia, el azul simboliza estrategia.
Y Steve Jobs , según su biógrafo Walter Isaacson, utilizó un clip para unir cables mientras probaba el primer Macintosh.
¿Quieres potenciar tu creatividad? Pon el clip en tu billetera. Y observe las manos de Bill Gates: él sabe exactamente lo que hace. Y si crees que esto es una coincidencia, recuerda las palabras del filósofo Nassim Taleb de su libro Antifrágil:
“Las pequeñas cosas crean un sistema que rompe estereotipos”.