¿Laváis las ventanas así? ¡Por eso siempre se divorcian!

22.02.2025 19:48

Miras con orgullo el cristal brillante, pero al cabo de una hora se cubre de rayas opacas, como si un matón invisible se hubiera reído de ti. ¿Te suena familiar?

Resulta que todo es cuestión del agua que utilizas.

Sí, ese mismo líquido cálido que parece ideal para limpiar es el principal enemigo de la transparencia.

Detergentes
Foto: © Belnovosti

La razón es sencilla: se evapora rápidamente, dejando depósitos minerales y restos de detergente.

Pero el agua fría actúa como un “congelador” para la suciedad: no le da la oportunidad de adherirse a la superficie.

Consejo profesional: llena una botella rociadora con agua helada, agrega una cucharada de vinagre por litro y agita. Rocíe la mezcla sobre la ventana, espere un minuto hasta que la suciedad comience a "descascararse" y luego pase una escobilla de goma de arriba a abajo, como si estuviera raspando una pegatina del vidrio.

Termina el proceso con una microfibra seca y ya lo tendrás, un brillo de espejo que hará que tus vecinos llamen a tu puerta preguntando: "¿Dónde compraste esas ventanas?"

Pero eso no es todo. Si hay huellas dactilares o manchas de grasa en el cristal (sobre todo en la cocina), límpielas con media patata cruda.

El almidón neutraliza la grasa y los ácidos del jugo disuelven incluso las manchas antiguas.

Y para combatir el polvo después del lavado, utiliza un spray antiestático para el cabello: rocía un poco en un trapo y pásalo por el alféizar de la ventana. El polvo no se asentará hasta al menos una semana.

Y recuerda: ¡nunca laves las ventanas en un día soleado! Las gotas se secarán más rápido de lo que puedas limpiarlas y las rayas están garantizadas.

Espera a que esté nublado: entonces tus gafas estarán perfectas.

Elena Shimanovskaya Autor: Elena Shimanovskaya Editor de recursos de Internet.


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