Pronto - Año Nuevo. Y esto significa alegría, diversión y, por supuesto, mesas festivas.
Uno de los atributos indispensables de este último, como es costumbre desde hace mucho tiempo, son las mandarinas.
A mucha gente le encantan, pero el problema es que muchas veces compramos un producto que contiene semillas, lo que no gusta a todo el mundo.
¿Cómo reconocer una “emboscada” a la hora de elegir cítricos?
En primer lugar, prestamos atención a la variedad (no al país de origen), que determina la presencia o ausencia de semillas.
Por eso, para aquellos a los que no les gusten estos pequeños “asesinos del placer” de las mandarinas, evitamos las mandarinas, sus híbridos, la variedad “Murcott” y su híbrido, así como la “Mineola”.
Todo esto está repleto de huesos. ¿Cómo identificarlos?
Según la piel: en mandarinas y “Murctta” es de un color naranja intenso y brillante, en “Mineola” es de un tono rojo anaranjado (fino y denso).
La opción ideal para identificar mandarinas sin semillas en el mercado es pedirle al vendedor que te dé un cítrico para probar.
Es recomendable que lo saques de una cesta delante de ti, o que lo hagas tú mismo.
Para información
La mandarina es el fruto del árbol (o arbusto) de mandarina.