Para muchos, una velada acogedora se asocia con una taza de té caliente, un libro interesante y una manta suave.
Si desea que su producto le brinde comodidad durante el mayor tiempo posible, asegúrese de cuidarlo adecuadamente.
Para quitar el polvo y la suciedad de tu prenda favorita, se suele refrescar en la lavadora.
La limpieza sólo será eficaz si sigues reglas sencillas.
En primer lugar, lea las instrucciones del fabricante en la etiqueta. Aquí encontrará información sobre qué modo de limpieza es adecuado para la manta, qué temperatura del agua elegir y qué detergente utilizar.
Después de eso, enrolle el producto en un rollo suelto y colóquelo uniformemente en el tambor de la lavadora.
Seleccione el programa apropiado y agregue la cantidad requerida de detergente (no se recomienda detergente en polvo).
No olvides agregar suavizante para neutralizar la electricidad estática y mantener la tela suave.
En cuanto al centrifugado, la mejor opción es no más de 600 rpm. Debido a las altas velocidades, los textiles pueden deformarse.
Estas recomendaciones son adecuadas para los casos en los que es necesario lavar una manta pequeña. ¿Qué hacer con artículos grandes?
No es tan fácil meterlo en la lavadora, especialmente si tu apartamento tiene un modelo estrecho con carga reducida.
En tales situaciones, se recomienda lavarse las manos en la bañera. De lo contrario, corre el riesgo de estropear sus electrodomésticos, porque cualquier lavadora no debe llenarse más de tres cuartos del volumen de su tambor.
Por supuesto, puede compactar bien la manta y colocarla en la máquina, pero dicho lavado no producirá los resultados deseados: las manchas simplemente no se eliminarán.