Los espejos son una de esas cosas que están en todos los hogares sin excepción.
Como cualquier otro artículo, los espejos son susceptibles de contaminarse. Con el tiempo, aparecen manchas, manchas y huellas dactilares en su superficie, lo que estropea su apariencia.
Hay muchas formas de limpiar espejos, pero una de las más efectivas y respetuosas con el medio ambiente es utilizar una solución de limón.

Beneficios de la solución de limón
Usar una solución de limón para limpiar espejos tiene varios beneficios importantes.
La primera es la eficiencia. La solución de limón hace un excelente trabajo eliminando la suciedad, el polvo y las manchas de las superficies reflectantes.
La segunda ventaja es que después de usar la solución, los espejos adquieren un brillo y un resplandor intensos.
La solución de limón no deja marcas ni rayas después del secado, y este método además es seguro para el medio ambiente porque no requiere el uso de productos químicos agresivos.
Preparación de solución de limón.
Para preparar la solución de limón solo necesitas dos ingredientes: agua y jugo de limón.
Mézclalos en una proporción de 1:1 y viértelos en una botella con atomizador para que sea conveniente aplicar el limpiador a la superficie del espejo.
Instrucciones para limpiar espejos.
Para aprovechar al máximo tu limpieza, sigue estas pautas.
Para las herramientas de trabajo, elija trapos suaves hechos de microfibra. Estas servilletas no dejan pelusa ni rayan la superficie.
Para evitar rayas en el espejo, déjelo secar de forma natural. Esto significa que no debe limpiar la superficie reflectante inmediatamente después de limpiarla; espere un poco hasta que se seque por sí sola.
Y por último: intenta limpiar tus espejos del polvo y la suciedad al menos una vez a la semana. De esta manera siempre lucirán limpios y brillantes: mirarse en un espejo así es un placer.