Se acerca la temporada de los cítricos. En otoño e invierno, las naranjas gozan de especial demanda entre la población.
Tiendas y mercados ofrecen frutas de todo el mundo. Ya solo queda elegir la naranja más jugosa y dulce.
Hacer esto no es tan difícil como parece, mucho más fácil que elegir una sandía madura. Sólo es importante seguir las siguientes reglas.
Regla uno: tamaño
Las naranjas grandes no siempre son dulces y jugosas. Su pulpa suele ser seca y de sabor pálido.
En cambio, los frutos de tamaño mediano suelen ser dulces, jugosos y aromáticos.
Es importante prestar atención al peso y la densidad. No te equivocarás si eliges una fruta más espesa y firme.
Es mejor dejar de lado los ligeros y suaves.
Regla dos: oler
A pesar del procesamiento al que se someten todas las frutas, bayas y verduras importadas, la naranja conserva un aroma persistente.
Cuanto más pronunciado es, más fresca será la fruta que tienes delante.
Tercera regla: color
Las naranjas jugosas tienen un color brillante y uniforme. La piel queda suave y sin daños.
También puedes saber por la piel si la fruta que estás mirando tiene la piel gruesa o no. Esta cualidad suele estar indicada por la piel porosa.