Una mancha de grasa en la tapicería de un sofá puede hacer llorar a cualquier ama de casa, que automáticamente comienza a estimar mentalmente cuánto costará volver a tapizar los muebles tapizados.
De hecho, no hay motivo para enfadarse: desde hace tiempo se conoce un método que elimina eficazmente las manchas de grasa del sofá.
En primer lugar, espolvoree el área contaminada con sal fina, refresco o almidón; estos productos absorberán partículas de grasa y literalmente las sacarán de los hilos de la tapicería.
Deje los muebles así durante un par de minutos; este debería ser el tiempo suficiente para preparar la composición limpiadora.
Se compone de agua caliente, líquido lavavajillas, detergente en polvo, etc. Se deben combinar y batir hasta que se forme espuma.
Limpie el polvo del área contaminada y luego limpie los restos de grasa con una esponja empapada en espuma.
Por cierto, este mismo método sirve para tratar sofás grasosos, porque en esencia no son más que las mismas manchas de grasa, solo que viejas y con suciedad adherida.
Para disolver la grasa se pueden utilizar otros medios como glicerina, suspensión de soda, amoníaco diluido, etc., que se deben frotar en la zona grasosa y dejar reposar un rato.
Cuando la sustancia se ablande se debe retirar con una esponja, que primero se debe sumergir en una solución jabonosa preparada con agua con gel para platos o jabón para lavar.
Si es necesario, repita todas las manipulaciones nuevamente y finalmente enjuague la composición detergente.
Para evitar que aparezcan manchas en la tapicería después de la limpieza, exponga los muebles a una mínima exposición a líquidos y a un rápido secado natural.