La sandía tiene un 90% de agua y contiene muchas vitaminas, minerales y antioxidantes.
Sin embargo, no todas las sandías son seguras para comer, ya que algunas pueden contener nitratos peligrosos.
Los nitratos son compuestos químicos que se utilizan como fertilizantes para mejorar el crecimiento de las plantas.
Sin embargo, cuando ingresan al cuerpo humano, pueden convertirse en nitritos, que causan intoxicaciones, dolores de cabeza, náuseas, vómitos e incluso cáncer.
Cómo determinar los nitratos en la sandía.
Hay varias formas de analizar el contenido de nitratos en la sandía.
Una de las más sencillas y rápidas es utilizar tiras reactivas especiales, que se pueden comprar en una farmacia o tienda online. Para hacer esto necesitas hacer lo siguiente:
• Corta un trozo de sandía y exprime el jugo.
• Coloque la tira reactiva en el jugo y espere unos segundos.
• Compare el color de la tira reactiva con la tabla de colores del paquete.
• Si el color de la tira reactiva coincide con el color verde o amarillo de la escala, entonces la sandía es segura para comer. Si el color de la tira reactiva coincide con el color naranja o rojo de la escala, entonces la sandía contiene nitratos y es mejor no comerla.
Cómo elegir una buena sandía
Para asegurarse de que no haya nitratos en la sandía, no solo puede realizar una prueba especial, sino también evaluar su apariencia y aroma.
A continuación te damos algunos consejos sobre cómo elegir una buena sandía:
• La sandía debe ser pesada y tener una corteza de color brillante.
• La sandía debe tener una mancha amarilla o blanca en el lugar donde se apoya en el suelo. Esto significa que está lo suficientemente maduro.
• La sandía debe emitir un sonido hueco al golpearla. Si el sonido es alto o hueco, entonces la sandía está demasiado madura o estropeada.
• La sandía no debe tener grietas, manchas ni daños en la cáscara. Esto puede indicar que ha sido tratado con productos químicos o está contaminado con bacterias.