La primera vez después de cocinarlo, el pan queda muy suave y aromático.
Desafortunadamente, si se almacena incorrectamente, el producto pierde su frescura con bastante rapidez.
Después de un tiempo, los productos horneados se vuelven rancios o mohosos.
¿Te encuentras periódicamente con este problema porque no puedes comer pan en un par de días?
¡No te preocupes! Existe una forma más sencilla de resolver el problema.
Ahora no es necesario convertir el pan en galletas saladas ni tener miedo de que el producto “desaparezca”.
Conociendo este truco, podrás hacer una gran cantidad de productos horneados, que te durarán varias semanas, o incluso varios meses, sin ningún problema.
Cómo salvar el pan del estado rancio y del moho
Tome un producto horneado y córtelo en rodajas.
Coloque las piezas resultantes en bolsas con cierre hermético. Intente eliminar el aire de los paquetes. Cierra las bolsas.
¡Usa estas bolsas! Los recipientes de plástico y el papel pergamino son malas opciones.
Coloca las rebanadas envasadas en el congelador.
De esta forma, el producto se puede almacenar durante varios meses. Pero es mejor consumir los productos horneados dentro de los próximos 30 días. Entonces el pan ya no será tan sabroso.
Y las lonchas se descongelan de forma muy fácil y rápida. Sólo necesitas poner un trozo de pan sacado del congelador sobre la encimera y esperar unos minutos.
O puedes usar una sartén o una tostadora. De esta forma el pan se calentará y adquirirá un aspecto “crujiente”.