Lavarse el cabello parece el proceso más sencillo, pero no lo es.
Si realizas este procedimiento correctamente, la limpieza de tu cabello durará mucho más, tu cabello se caerá menos y su condición mejorará.
Lo principal es hacer un pequeño masaje una hora antes del procedimiento, esto activará las glándulas sebáceas y aumentará el riego sanguíneo.
Después del masaje, es recomendable peinarse el cabello, lo que eliminará la contaminación de la superficie, distribuirá el sebo por toda la longitud del cabello, eliminará los pelos perdidos y reducirá el enredo del cabello después del lavado.
Tampoco debes olvidarte del champú. Debe seleccionarse correctamente para su tipo de cuero cabelludo y distribuirse correctamente.
Primero, el champú debe aplicarse en las manos, frotarse ligeramente en las palmas y luego aplicarse en las raíces del cabello mediante movimientos de masaje con los dedos.
Dejar actuar 2 minutos y luego enjuagar con agua tibia.
Si te lavas el cabello con agua caliente, la untuosidad de tu cabello aumentará y por lo tanto tu cabello no permanecerá limpio por mucho tiempo.
Además, con el frío no consigue eliminar toda la suciedad, la caspa y la grasa, por lo que tu cabeza quedará sucia.
Este procedimiento debe incluir mascarillas humectantes y acondicionadores, que se aplican desde la mitad hasta las puntas del cabello.
No seques tu cabello con una toalla frotándolo. Esto hará que se corten y lastimen más rápido, lo que también puede provocar su pérdida.
Y por último, no te seques el cabello con secador de inmediato.
Este procedimiento reseca la piel, afecta las glándulas sebáceas y puede provocar caspa.