Los grifos instalados en la cocina o el baño requieren un mantenimiento constante si se quiere que se mantengan bonitos y brillantes.
Existen muchos productos para la limpieza de grifos, pero no todos conviene utilizarlos.
Por lo tanto, no se recomienda limpiar el grifo con materiales abrasivos o cepillos duros.
De hecho, estas herramientas ayudarán a eliminar las incrustaciones, pero dejarán rayones en los que posteriormente se formará nueva placa y será mucho más difícil de eliminar.
Está prohibido el uso de productos químicos que contengan cloro, sosa cáustica y preparados a base de ácidos agresivos como el ácido fórmico, clorhídrico y nítrico.
El uso de estas sustancias provoca la destrucción del metal.
Incluso si los productos están aprobados para su uso, no deben mezclarse entre sí.
A veces se intenta realizar dicha mezcla para mejorar el efecto, pero el resultado de tales experimentos es impredecible y, a menudo, perjudicial para la superficie del metal.