El congelador es un asistente indispensable en el almacenamiento de alimentos, permitiéndole ahorrar tiempo en la cocción.
Pero no todos los productos son aptos para congelar.
Algunos de ellos pierden su sabor, textura y propiedades nutricionales a bajas temperaturas. ¿Qué alimentos no se deben guardar en el congelador?
Verduras frescas con alto contenido de agua.
Las verduras frescas como los pepinos, los rábanos, el apio y la lechuga tienen un alto contenido de agua.
Al congelar y descongelar, su estructura se destruye, las verduras se vuelven acuosas y blandas y pierden su frescura y apariencia.
Para mantener la frescura, es mejor utilizar el frigorífico o enlatar.
Patatas y sus derivados.
Evite almacenar papas frescas en el congelador porque las bajas temperaturas convierten el almidón en azúcar, dándoles un sabor dulce y cambiando su textura.
Las patatas hervidas o fritas pierden textura y se vuelven granuladas después de descongelarlas.
Los productos de patata destinados a congelarse conservan su estructura, como las patatas fritas o el puré de patatas.
productos lácteos
Los productos lácteos como la leche, el yogur, la crema agria y los quesos blandos no se pueden congelar.
A bajas temperaturas, su textura cambia: la leche y el yogur se separan, la crema agria se vuelve granulada y los quesos blandos pierden su consistencia cremosa.
Sólo los quesos duros como el cheddar o el parmesano son aptos para congelar y se pueden rallar después de descongelarlos.
huevos con cascara
Los huevos con cáscara no deben congelarse, ya que el líquido del interior se expande cuando se congela, lo que puede provocar grietas y destrucción de la cáscara.
Esto no sólo inutiliza los huevos, sino que también aumenta el riesgo de contaminación bacteriana.
Si necesitas congelar huevos, es mejor primero romperlos, batirlos ligeramente y colocarlos en un recipiente hermético.
Frutas con alto contenido de agua.
Las sandías, melones, naranjas y pomelos tienen un alto contenido de agua, pero su textura y jugosidad se reducen significativamente cuando se congelan.
Una vez descongeladas, estas frutas adquieren una consistencia acuosa y blanda, lo que las hace inadecuadas para el consumo fresco.
Es mejor consumir estas frutas frescas o utilizarlas para hacer jugos y batidos.
Hierbas y especias
Las hierbas y especias frescas como la albahaca, el perejil, el eneldo y el cilantro pierden su sabor y textura cuando se congelan.
Se vuelven acuosos y pierden su rico sabor, lo que reduce su valor culinario.
Para el almacenamiento prolongado de hierbas, puede secarlas o enlatarlas en aceite.
Mayonesa y salsas a base de ella.
La mayonesa y las salsas a base de ella no son aptas para congelar, ya que su emulsión se descompone a bajas temperaturas.
Esto hace que las salsas se separen y cambien de textura, haciéndolas poco atractivas e inutilizables.
Lo mejor es guardar estas salsas en el frigorífico y utilizarlas dentro de la fecha de caducidad recomendada.
alimentos enlatados
Los alimentos enlatados en latas no están destinados a congelarse.
Cuando se congela, el líquido dentro de los frascos se expande, lo que puede hacer que el recipiente se deforme y se rompa, aumentando el riesgo de contaminación del contenido.
Es mejor almacenar los alimentos enlatados en un lugar fresco y oscuro a temperatura ambiente.
Ensaladas y platos con aderezos
Las ensaladas aderezadas con mayonesa o crema agria, así como los platos con aderezos espesos, pierden su sabor y textura cuando se congelan.
Los aderezos se deshacen y los ingredientes de la ensalada se vuelven acuosos y blandos.
Para conservar mejor las ensaladas y platos condimentados, conviene conservarlos en el frigorífico y consumirlos en los próximos días tras su preparación.
Anteriormente se expresaron tres conceptos erróneos sobre las bolsitas de té.