El verano, las frutas y las bayas atraen, y mucha gente quiere especialmente las fresas. Pero al comprar, puede adquirir un producto de baja calidad.
¿Cómo evitar esto? Hay un par de puntos que hay que tener en cuenta si quieres llevarte a casa frutos del bosque maduros, aromáticos y dulces.
Si mientras compras fresas hueles su agradable aroma, significa que estás viendo una baya molida creciendo bajo el sol.
Pero es mejor comprarlo por la mañana; hay más posibilidades de que lo obtengas fresco.
Las fresas, que han estado en las bandejas hasta la noche, soltarán jugo, las hojas se marchitarán, por lo que tendrás que comerlas inmediatamente.
Presta atención al aspecto: fresas frescas y maduras del mismo color (rojo o granate), sin moho, podredumbre ni abolladuras.
Y si la punta de la baya apenas es roja o incluso verde, esto significa que la baya aún no está madura y, muy probablemente, estará ácida.
En cuanto al tamaño y la forma de las fresas, dependen de la variedad y no son un indicador de cuán jugosa y dulce es la baya.
Antes de comprar, es recomendable probar las fresas ofrecidas; esto determinará individualmente el sabor de la baya.
Anteriormente te contamos que una bandeja con cerezas indica que es mejor no comprarlas.