Las hojas de té secas contienen sustancias beneficiosas y su valor se conserva durante muchos años.
Pero, lamentablemente, no se puede decir lo mismo del té preparado, cuyas propiedades beneficiosas desaparecen al cabo de unas horas.
Además. Una vez que la infusión se enfría a una temperatura de unos 30 grados, resulta tentador para aquellos que quieren "registrar" allí todo tipo de hongos y otros microorganismos dañinos.
Y si esas hojas de té han reposado durante un par de días, es posible que encuentre moho en ellas.
En consecuencia, el té se volverá tan peligroso que literalmente se convertirá en un verdadero veneno.
En esta situación, conviene liberar la tetera de cualquier resto de bebida, enjuagarla bien con agua corriente, eliminar la mucosidad y el moho de las paredes con un paño o una esponja.
Luego vierte abundante agua hirviendo y déjalo abierto hasta que esté completamente seco.
En base a lo anterior, se recomienda beber té entre 15 y 20 minutos después de su preparación.
Sí, después de 5-6 horas no será dañino, pero perderá su sabor y aroma, así como sus elementos beneficiosos.
En cuanto al té verde, también se recomienda beberlo 20-25 minutos después de prepararlo si quieres disfrutar de su verdadero sabor y obtener los máximos beneficios.
Anteriormente se supo lo que sucedería si prepararas té dos veces.