Lavar las ventanas es ese “ritual” sin el cual es imposible imaginar un hogar fresco y limpio.
Si no quiere que sus esfuerzos se desperdicien, siga estas pautas al limpiar.
En primer lugar, conviene recordarte la necesidad de cambiar con la mayor frecuencia posible el agua que utilizas para lavar los cristales.
A la hora de ordenar, debes prestar especial atención al marco y las juntas, porque es aquí donde se acumulan los principales contaminantes.
También es importante elegir los productos químicos domésticos adecuados. Los productos que uses deben estar diseñados para ventanas y espejos, ya que solo ellos tienen componentes especiales que evitan las rayas.
Si aún quedan rayas, intente utilizar un truco probado y limpie el vidrio con una hoja de periódico arrugada.
Para su comodidad, se han creado productos equipados con un pulverizador y una fregona con mango telescópico; gracias a ellos, no es necesario estirarse demasiado para limpiar toda la ventana.
Finalmente, si no quiere perder demasiado tiempo limpiando, intente limpiar las ventanas con más frecuencia; en los meses más cálidos, esto puede hacerse una vez al mes.
Anteriormente respondimos a la pregunta de si es posible lavar solo una prenda en una máquina.