Al lavar la ropa interior, la mayoría de la gente sólo presta atención a la temperatura del agua y al tipo de polvo.
Este enfoque siempre conduce a una cosa: daño tisular y desgaste prematuro. Por lo tanto, vale la pena recordar algunas reglas importantes que se deben seguir para lavar la ropa interior.
Separación por tipo de tejido
El primer paso y el más importante a la hora de lavar la ropa interior es separarla por tipo de tejido.
Las prendas de algodón se pueden lavar en agua caliente, mientras que las prendas elaboradas con materiales delicados como la seda o el encaje requieren más cuidado y lavado a mano o en el ciclo delicado.
Usar un detergente suave
Elegir el detergente adecuado juega un papel clave a la hora de mantener la calidad de tu ropa interior.
Los productos suaves e hipoalergénicos proporcionan una limpieza eficaz sin dañar el tejido ni provocar irritación posterior en la piel.
No se permiten productos a base de cloro.
El blanqueador con cloro puede causar graves daños a la ropa interior, especialmente a las que contienen elastano.
Simplemente no existe una manera más fácil de “arruinar” telas delicadas. También vale la pena recordar que parte del cloro puede permanecer en la tela incluso después del enjuague, por lo que el daño a la piel de las zonas íntimas es evidente.
Cuidando los detalles delicados
Tenga cuidado al lavar prendas con prendas delicadas. La ropa interior puede incluir:
1) Adornos de encaje.
2) Colgantes.
3) Rejillas y mucho más.
Si estos detalles están presentes en su ropa interior, es importante pensar en protegerlos. Por ejemplo, un ciclo de centrifugado normal en una lavadora puede dañarlos fácilmente.
Secado adecuado
Después del lavado, la ropa interior se debe secar con cuidado. Para la ropa hecha de materiales naturales, es mejor elegir el secado al aire natural, mientras que la ropa hecha de tejidos sintéticos se puede secar a baja temperatura en la secadora.
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