Hay muchos matices asociados con el baño.
Por ejemplo, muchas amas de casa creen que la puerta del baño siempre debe estar abierta para dispersar los olores y evaporar rápidamente el agua después de los procedimientos de baño.
De hecho, este hábito es más perjudicial que útil.
Los estudios han demostrado que cuando se presiona el botón de descarga del inodoro, se liberan al aire bacterias y virus que, cuando se abre la puerta, se propagan rápidamente a otras habitaciones.
Después de un tiempo, se instalan en la encimera de la cocina, en el sofá del salón y en la cama del dormitorio.
Además, después de la ducha, queda mucha humedad en el baño, y si abres la puerta, esta humedad se extenderá por todo el apartamento, lo que puede provocar la formación de moho en las paredes.
La solución óptima sería cerrar la puerta del baño, ducharse y encender la ventilación para eliminar rápidamente la humedad de la habitación.
También conviene equipar suelos con calefacción e instalar un toallero calefactable para mantener una temperatura agradable y evitar la formación de moho.
Anteriormente te contamos qué problemas en la casa indican una araña posándose debajo del baño.