Muchas amas de casa se enfrentan al hecho de que los platos quedan mojados después de un ciclo de lavado en el lavavajillas, lo que genera inconvenientes a la hora de retirarlos.
Como resultado, el agua salpica por toda la cocina y hay que limpiar tazas y platos con una toalla.
Lo habitual es que en esta situación dejemos la puerta del lavavajillas entreabierta para que se seque.
Pero, como muestra la práctica, este método no siempre funciona, especialmente durante los períodos en que la calefacción está apagada.
Para un secado más eficaz, puede utilizar una toalla de felpa.
Una vez finalizado el programa de lavado, abra la puerta y coloque una toalla encima.
Luego cierra la puerta del lavavajillas y deja la toalla dentro durante una hora.
Absorberá el exceso de humedad y los platos se secarán por completo, y durante la temporada de calefacción, secar los platos con una toalla solo lleva unos minutos.
Anteriormente te contamos en qué se diferencia una cacerola de una sartén y un cazo.