El tul fino y blanco como la nieve decora perfectamente las ventanas, complementa el interior y hace que la habitación sea más cómoda. Pero ese material necesita un cuidado especial.
Sin embargo, este tejido absorbe rápida y fácilmente el polvo, la suciedad y los olores.
No todas las amas de casa se arriesgarían a poner tul en la máquina.
El material delicado se lava mejor a mano.
Al mismo tiempo, es necesario conocer trucos que ayudarán a blanquear el producto. Puede utilizar remedios caseros y seguros para esto. Por ejemplo, almidón.
Mucha gente está acostumbrada a utilizar este producto para cocinar, pero también ayuda en el lavado.
Basta con mezclar un vaso de almidón con un vaso de agua tibia.
Hay que remover bien la masa para que no queden grumos.
Luego se debe verter esta solución en un recipiente con 5 litros de agua a temperatura ambiente.
El tul se debe dejar en la solución durante la noche. Luego se debe escurrir el producto y colgarlo para que se seque.
Anteriormente te contamos cómo decolorar el tul con azúcar.