Si la bodega no está lo suficientemente aislada, con la aparición de las heladas inevitablemente se congelará, lo que, a su vez, afectará negativamente la seguridad de los productos que se encuentran aquí.
Para empezar, lo invitamos a familiarizarse con las razones de este fenómeno, por supuesto, negativo.
Entre ellos se incluyen los siguientes: aislamiento insuficiente, falta de calefacción, fuentes cercanas de vibraciones y, finalmente, temperaturas anormalmente bajas.
Afortunadamente, el problema se puede solucionar y, para ello, puede utilizar cualquiera de los métodos sugeridos.
Aislamiento de paredes y suelos.
Para lograr este objetivo, necesitará materiales aislantes del calor, como espuma de poliestireno o lana mineral, que deben fijarse a las paredes y al suelo del sótano.
Sellado de bodega
Antes de aislar (o en lugar de hacerlo), asegúrese de revisar el sótano en busca de grietas o agujeros por donde penetra el aire frío. Si se encuentran, se deben sellar con sellador o espuma.
Instalación de calentador
Si las condiciones externas continúan creando problemas con la temperatura en el sótano, entonces puede instalar un calentador para mantener una temperatura agradable.
El enfoque correcto para aislar y calentar la bodega ayudará a conservar los alimentos y garantizar su frescura.
Anteriormente te contamos por qué puede gotear desde el techo del sótano.