La condensación en las ventanas es una molestia que puede provocar moho, hongos y olores desagradables en tu hogar.
La condensación se forma debido a la diferencia de temperatura y humedad dentro y fuera de la habitación.
¿Cómo puedes evitar este problema y mantener tus ventanas secas y limpias?
Existen tres reglas básicas que le ayudarán a combatir la condensación en las ventanas.
Proporcionar buena ventilación
La ventilación es una de las formas más efectivas de combatir la condensación en las ventanas. La ventilación ayuda a eliminar el exceso de humedad de la habitación y a mantener un microclima óptimo.
Para ello, es necesario ventilar periódicamente las habitaciones, especialmente después de cocinar, ducharse, secar la ropa y otras actividades que aumentan la humedad del aire.
También puede utilizar sistemas de ventilación especiales que garanticen un intercambio de aire constante en la casa.
Instalar termostatos
Los termostatos son dispositivos que permiten mantener una temperatura constante en una habitación. Los termostatos ayudan a reducir la diferencia de temperatura entre el aire y el vidrio, lo que reduce el riesgo de que se forme condensación en las ventanas.
Los termostatos se pueden instalar en radiadores, aires acondicionados o calefacción por suelo radiante. La temperatura óptima para una vida cómoda es de 18 a 22 grados.
Elige ventanas de calidad
La calidad de las ventanas también influye en la aparición de condensación en ellas. Cuanto mejor aíslen las ventanas la habitación del frío y el ruido, menos probable será que se acumule humedad en ellas.
Al elegir ventanas, se debe prestar atención a parámetros tales como el número de cámaras en una ventana de doble acristalamiento, el grosor del vidrio, la presencia de un revestimiento que ahorra energía y la calidad de las juntas. También es importante instalar las ventanas correctamente para que no queden grietas ni corrientes de aire.
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